es un proyecto cerámico y literario, es barro y son palabras, son pliegues y una lista de recuerdos, son recorridos sentidos que saben a cardamomo y canela, es un horizonte de abrazos de una mamá a su hija, es estar a tu lado y, a la vez, reencontrarme conmigo.

es un lenguaje de amor que huele a vos, huele a mí, huele a las dos juntas.

me inspiran la maternidad, los cuerpos y sus pliegues, el contacto del vínculo, lo intenso y su opuesto, la evolución de la postura de una mujer, la belleza alrededor.

Mamá

,

ma, máma

Mela, mamá.

Ma, mamá, eto mamá.

Mamá, mela.

*jug, jug

jug,

mamá,eto mamá. Má,

papá, eto papá.

mMm mamá,

apa, apa,apa,apaa.

Mamá, eto mamá,

mammá.

Ama, eto mama:

mamá.

son piezas de barro que retratan por sí mismas, construidas a partir del movimiento, un juego entre la torsión y el desequilibrio.

utilizo andamios de espuma y otras estructuras rígidas, necesito de sostén,

es por eso que a veces escribo, escribo en movimiento, aprendo a hacerlo mientras lo intento como una mamá primeriza.

Llegaste a casa. Cruzaste la

puerta del recibidor y noté tu

picardía. Caminabas dando

pasos de bailarina, en puntas de

pie. Un giro y medio; volviste a

mirar a papá. ¿Dónde está mamá?

Te dirigías a la cocina

con aún las zapatillas puestas, el

vaivén de tu movimiento, del

sillón a la mesa ratona.

Inconstante. De nuevo al sillón,

esta vez haces un giro completo.

¿Dónde está mama?

Juego a las escondidas para

espiarte, rodeo la mesada, te veo

de un lado de la columna. Te

mueves y yo también lo hago.

Vuelves a moverte. Y yo. Me

escondo para espiarte unos

segundos más. ¡Ay! Me encontraste.

y cuando siento estar lista creo una experiencia para compartir el proceso para acercar al observador la intensidad de la crianza, la entrega casi absoluta y la fragilidad del cuerpo.

quiero honrar la maternidad.

un aprendizaje de acierto y error como con la cerámica. siempre con amor.